Un tiburón gris del Centro del Mar Naussica (Boulogne–sur-Mer, Francia) fue operado exitosamente hace tres semanas bajo anestesia general para extraer de su abdomen un gran anzuelo que se había tragado días antes.
Los cuidadores habían observado que el animal, de 20 años y dos metros de largo, adelgazaba anormalmente y que una protuberancia sobresalía de su vientre, por lo que se le efectuaron una radiografía y una ecografía que mostraron la presencia de un objeto metálico en su abdomen. Ante la gravedad de la situación, y como único recurso para salvarle la vida, los veterinarios del Centro durmieron al tiburón con ayuda de aceite de clavo de olor (de conocidas propiedades analgésicas y anestésicas) para poder operarlo. Y como los escualos necesitan nadar para respirar, enviaron a través de su boca una corriente permanente de agua y oxígeno a modo de respiración artificial.
Cuando se despertó, el paciente no precisó más de tres horas para empezar a nadar nuevamente y reencontrarse con sus congéneres en el acuario central.
Según Ingrid Picquart, portavoz del Centro Naussica, muy probablemente el anzuelo estaba en uno de los grandes trozos de pescado con que se alimentan los tiburones.
Este centro marino, que ha sido visitado por más de 10 millones de personas desde su inauguración, en 1991, ha ganado aun más prestigio a raíz de esta cirugía, la primera de estas características que se realiza en todo el mundo.
Los cuidadores habían observado que el animal, de 20 años y dos metros de largo, adelgazaba anormalmente y que una protuberancia sobresalía de su vientre, por lo que se le efectuaron una radiografía y una ecografía que mostraron la presencia de un objeto metálico en su abdomen. Ante la gravedad de la situación, y como único recurso para salvarle la vida, los veterinarios del Centro durmieron al tiburón con ayuda de aceite de clavo de olor (de conocidas propiedades analgésicas y anestésicas) para poder operarlo. Y como los escualos necesitan nadar para respirar, enviaron a través de su boca una corriente permanente de agua y oxígeno a modo de respiración artificial.
Cuando se despertó, el paciente no precisó más de tres horas para empezar a nadar nuevamente y reencontrarse con sus congéneres en el acuario central.
Según Ingrid Picquart, portavoz del Centro Naussica, muy probablemente el anzuelo estaba en uno de los grandes trozos de pescado con que se alimentan los tiburones.
Este centro marino, que ha sido visitado por más de 10 millones de personas desde su inauguración, en 1991, ha ganado aun más prestigio a raíz de esta cirugía, la primera de estas características que se realiza en todo el mundo.
1 comentario:
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