La historia de Lemon

Tras haber cuidado durante dos años de Lemon, una patita discapacitada, Laura Backman ha escrito un libro para niños que aborda la invalidez y busca desarrollar en ellos sentimientos de comprensión y tolerancia.
Lemon nació sin poder caminar, a causa de problemas neurológicos probablemente originados por algún virus que atravesó la cáscara del huevo. Como tampoco puede controlar sus funciones corporales, la pata lleva unos pañales que hay que cambiarle seis veces por día, como si fuera un bebé. Pero eso no le impide desplazarse con mayor o menor dificultad en el andador con ruedecitas que su dueña le ha fabricado
“Intento darle una vida de pato, aunque no pueda vivir fuera de la casa, con sus congéneres”, cuenta Laura Backman. Ella aprendió a querer a los patos a través de su padre, quien tenía muchos de ellos como animales domésticos. “Mi papá sufría de esclerosis múltiple y no podía hacer nada por sí mismo, pero mi familia y yo no dejamos que la enfermedad le impidiera llevar una vida normal”, explica.
Hace un tiempo pensó que escribir sobre Lemon valía la pena. “Nos pareció que lo que había hecho con este pato era, sencillamente, una maravillosa fuente de inspiración”, comentó Meghan Nolan, jefe de redacción de Lobster Press, editorial canadiense especializada en literatura infantil, que publica el libro. “Son mensajes sobre la tolerancia y la apertura al otro, buenos para transmitírselos a los niños”, añadió.
En el cuento, el personaje que encarna a Laura Backman es Mme. Lake, una maestra que les explica a sus alumnos que Lemon los necesitará siempre. “Y yo creo que nosotros también la necesitamos”, responde uno de ellos, tomando a la patita en sus brazos.
En la vida real, Lemon es mimosa, sociable y nada tímida. “Tiene mucha energía. Y está plenamente capacitada para vivir”, señala Laura Backman.