Algunos grupos de defensa animal intentan poner fin a una tradición británica que perdura hace más de 200 años: los gorros de pelo de oso que lleva la Guardia Real del palacio de Buckingham de Londres.
Peta, organización que preconiza el “trato ético para con los animales”, denuncia la utilización de la piel de osos pardos canadienses para fabricar estos atuendos, muy admirados por los numerosos turistas que asisten diariamente al cambio de guardia ante el palacio real.
El ministerio de Defensa ha confirmado una reunión a celebrarse con los militantes de Peta, quienes propondrán modernizar el tradicional gorro según los consejos profesionales de las estilistas Stella McCartney y Vivienne Westwood, miembros de la asociación.
“Podemos confirmar que la secretaria del equipo de Defensa, la baronesa Ann Taylor, se reunirá esta semana con los representantes de Peta”, ha manifestado un portavoz del ministerio.
Tiempo atrás, Peta ya había propuesto que los guardias llevaran gorros de pelo sintético, pero el ministerio no los consideró convenientes por ser menos resistentes que el modelo original.
Robbie Le Blanc, representante de Peta para Europa, señala que la mayoría de los turistas “creen que se trata de piel sintética y cuando descubren que es auténtica y que se necesita un oso para hacer un gorro, se horrorizan”. “Nos consideramos una nación moderna, pero los guardias de la reina se pasean con el cadáver de un oso entero en la cabeza”, denuncia.
El gorro de pelo, que forma parte del uniforme de ceremonia de la Guardia Real, fue adoptado por el ejército británico en 1815 para recalcar la derrota en Waterloo sufrida por los guardias imperiales franceses, que llevaban gorros de pelo.
Según publica el diario The Independant, cada año se necesitan entre 50 y 100 gorros nuevos para los cinco regimientos de infantería de la Guardia Real.
Peta, organización que preconiza el “trato ético para con los animales”, denuncia la utilización de la piel de osos pardos canadienses para fabricar estos atuendos, muy admirados por los numerosos turistas que asisten diariamente al cambio de guardia ante el palacio real.
El ministerio de Defensa ha confirmado una reunión a celebrarse con los militantes de Peta, quienes propondrán modernizar el tradicional gorro según los consejos profesionales de las estilistas Stella McCartney y Vivienne Westwood, miembros de la asociación.
“Podemos confirmar que la secretaria del equipo de Defensa, la baronesa Ann Taylor, se reunirá esta semana con los representantes de Peta”, ha manifestado un portavoz del ministerio.
Tiempo atrás, Peta ya había propuesto que los guardias llevaran gorros de pelo sintético, pero el ministerio no los consideró convenientes por ser menos resistentes que el modelo original.
Robbie Le Blanc, representante de Peta para Europa, señala que la mayoría de los turistas “creen que se trata de piel sintética y cuando descubren que es auténtica y que se necesita un oso para hacer un gorro, se horrorizan”. “Nos consideramos una nación moderna, pero los guardias de la reina se pasean con el cadáver de un oso entero en la cabeza”, denuncia.
El gorro de pelo, que forma parte del uniforme de ceremonia de la Guardia Real, fue adoptado por el ejército británico en 1815 para recalcar la derrota en Waterloo sufrida por los guardias imperiales franceses, que llevaban gorros de pelo.
Según publica el diario The Independant, cada año se necesitan entre 50 y 100 gorros nuevos para los cinco regimientos de infantería de la Guardia Real.
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