viernes, julio 31, 2009

Leche importada


Tras la muerte de su madre, un pequeño wallaby de cuatro meses fue recibido de urgencia en el Jardín de los Canguros (La Possonnière, Angers, Francia), un parque exclusivamente dedicado a esta especie, que alimenta a sus huéspedes con leche importada de Australia.
“Cuando una hembra muere, nadie se ocupa de su bebé, al que sólo puede salvar la intervención humana. Nosotros somos los únicos que importamos leche australiana especialmente preparada para los canguros”, explica la responsable del parque, Murielle Laurendeau.
El cangurito, de la raza Wallaby de Benett, la más común en los parques europeos, se llama Cruchot y goza de excelente salud.
Inaugurado hace nueve años, el Jardín de los Canguros alberga en sus seis hectáreas cerca de 150 marsupiales y recibe por año más de 12.000 visitantes.

miércoles, julio 29, 2009

Su última oportunidad


El muscardino o ratón almizclero, pequeño roedor emparentado al lirón, fue hasta no hace mucho un animalito común en todo el Reino Unido. La desforestación y consecuente pérdida de su hábitat lo han puesto en riesgo de extinción, por lo que la PTES (People´s Trust for Endangered Species) acaba de lanzar un plan de reintroducción que asegure su supervivencia. Para ello se han acondicionado grandes jaulas en los bosques del condado de Warwickshire (Inglaterra), en las que 11 machos y 14 hembras reciben alimento y agua a diario. Dentro de dos semanas, los pequeños mamíferos podrán empezar a salir para explorar los alrededores y familiarizarse con el entorno, hasta que finalmente aprendan a vivir de forma independiente y las jaulas y la intervención del hombre ya no sean necesarias.

lunes, julio 27, 2009

Lenguajes mudos


Es sabido que cuando la abeja vuelve a la colmena realiza una compleja danza para comunicarles a sus congéneres que ha encontrado flores interesantes. Pero el científico Mathieu Molet y su equipo de la universidad de Londres han descubierto que la abeja también transmite este mensaje a través del olor, puesto que lleva en su cuerpo el aroma de la flor que acaba de libar, y sus compañeras no tienen problemas en encontrarla si se guían por el olfato.