martes, abril 21, 2009

Debía morir


En Ratisbonne (Alemania), una conductora de autobús ha sido despedida de su trabajo por haber parado su vehículo para no atropellar a una rana que estaba inmóvil en medio de la carretera. “¿Qué tenía que haber hecho? ¿Aplastar a la rana?”, se defendió Cristina Pommerel, chófer de la compañía de transportes RBO desde hace trece años. “La ranita estaba en medio de la ruta, así que disminuí la velocidad y me estacioné en la cuneta. La metí en una cajita donde poder llevarla y la dejé a salvo”, prosiguió. “Luego, uno de los pasajeros se quejó a la empresa. Según él, yo hubiera debido arrollarla y no parar, porque ya llevábamos 20 minutos de retraso, y cuando le dije a mi jefe que era incapaz de actuar así, me despidió”.

2 comentarios:

Tiziana(+que4patas) dijo...

La sensibilidad y el respeto a la vida son terminos desconocidos para muchos.

Te dejo algo que me llego y sobre todo hoy que es el dia de la Tierra
y muchos tambien desconocen que es un planeta vivo:

“La Tierra se lamenta, se muere, grita de dolor ante la soledad de un mundo que la ignora, que la olvida, que no la comprende y la deja en su agonía sin que una mano la acaricie o una voz suave, la haga consolarse ante la magnitud de su enfermedad. El hombre, el gran sabio, el sapiens que todo lo ha creado, el rey de la vida y de la muerte, el todo poderoso que juega a ser inmortal, es el responsable precisamente de esa agonía de nuestra madre Tierra. Una agonía que caerá sobre su propio ego y amargará su existencia hasta el punto de perderla por no respetar el código que la propia naturaleza marca para poder vivir en el respeto y en el progreso sostenible de un mundo en paz”.
Extracto del libro: Voces del planeta de Pedro Pozas Terrado

Guia Blog dijo...

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saludos

Diego