lunes, junio 02, 2008

La última esperanza


La tortuga gigante de caparazón blando de Shangai (Rafetus swinhoei), que puede pesar hasta 130 kg y vivir más de 100 años, está en gravísimo peligro de extinción, al punto de que sólo se conoce la existencia de tres ejemplares: un macho y una hembra, cada uno alojado en un zoo en China, y otro macho, recientemente descubierto en un lago al oeste de Hanoi (Vietnam). En ese país es considerado un animal mítico, pues, según cuenta la leyenda, ayudó a un antiguo monarca del siglo XV a resistir la invasión del imperio Ming.
En un intento por preservar la especie, las autoridades del Suzhou Zoo aprovecharon el ciclo fértil de la hembra, que ya tiene 80 años, para ponerle al macho, de 100, como compañero. El traslado se realizó el pasado 4 de mayo y fue coordinado por los dos zoos y las entidades Wildlife Conservation Society, Turtle Survival Alliance y China Zoo Society.
Los científicos señalaron que la tortuga parece adaptarse bien, aunque a menudo los machos son agresivos cuando intentan aparearse. Si la tentativa de reproducción fracasa, la especie habrá llegado a su fin, pues tres hembras murieron en los dos últimos años y ésta es la última que queda viva.
Más de 15 millones de tortugas mueren anualmente en Asia. Se trata de la especie en mayor peligro de extinción de todo el mundo. La contaminación, la destrucción de su habitat y la caza indiscriminada para satisfacer la demanda del mercado alimenticio chino son las causantes de su casi segura desaparición.

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