Sólo le falta hablar

La Granja de Cocodrilos de Pierrelatte (Francia) exhibe orgullosamente la reconstitución de Sarco, el cocodrilo de mayor tamaño del que se tenga noticia. Sarcosuchus imperator (de sarco, “carne”, seguramente, su alimento básico; suchus, “cocodrilo”; e imperator, “emperador”, para significar el más grande) vivió hace 110 millones de años y medía alrededor de 12 metros. Más de 40 años de búsquedas paleontológicas en Nigeria (África) han sido necesarios para reunir los diseminados fragmentos del saurio, hoy expuestos en el Museo Nacional de Historia Natural de París, que han permitido encargarle a Ophys, empresa francesa especializada en la fabricación de moldes de animales y de este tipo de piezas para exposiciones, la exacta réplica de Sarco, cuya realización a manos de un equipo de cuatro personas ha demandado 1800 horas de trabajo y 750 kg de resina poliéster.
“Es algo impresionante ver hoy este animal de carne y hueso… perdón, de resina”, declaró el pasado miércoles, día de la inauguración de la exposición, el paleontólogo y antiguo director del Museo, Philippe Taquet. “Parece aun mayor que cuando uno mira su esqueleto”, observó.
La gigantesca criatura tiene hoy un lugar de honor entre los más de 400 cocodrilos y tortugas gigantes, todos vivos y en buena salud, con quienes “convive” en la Granga de Cocodrilos, donde numeroso público acude a visitarlo, atraído por la fidelidad de la reproducción.