viernes, septiembre 21, 2007

Hay que aplacar a los dioses


Los habitantes de la India siguen, como hace miles de años, utilizando a los animales como mediadores entre los hombres y los dioses, y creen que si realizan rituales con ellos o los ofrecen en sacrificio, sus problemas se resolverán. Sin ir más lejos, a principios de este mes, la línea aérea estatal Nepal Airlines degolló dos cabras en Katmandú y restregó su sangre por el morro de un Boeing 757 para que Akash Bhairab, el dios hindú de la protección del aire (cuyo símbolo está pintado en el fuselaje de los aviones), solucionara los continuos desperfectos de esa aeronave, una de las dos que posee la compañía, y se pudieran reanudar los vuelos, interrumpidos diez días antes. No se sabe si fue gracias a los técnicos terrestres o a la intervención divina, el caso es que desde el sacrificio, la aerolínea cumple sin inconvenientes con sus seis destinos.
Hoy le toca el turno a la ciudad sagrada de Benarés, donde cinco sacerdotes acaban de casar a dos ranas para que los dioses de la lluvia terminen con una sequía que está acarreando graves problemas a los agricultores de esa región. Las ranas estaban pintadas con polvo de cúrcuma (como los novios humanos de ese país), y tras la ceremonia fueron trasladadas en procesión hasta un estanque al que cientos de devotos tiraban flores y donde los recién casados pasarán su luna de miel.

2 comentarios:

Tango dijo...

Namasté!

Es paradójico y bello a la vez.

Br.

àngels miarnau dijo...

Y a la paradoja se refiere el nombre del blog, al comportamiento irracional de los seres racionales...

Ave.

Àngels