Hace varias semanas que en Francia todo el mundo habla horrorizado de los rottweilers, debido a una serie de ataques, a veces mortales, sufridos en los últimos días por dueños de estos perros o sus familiares. Fabrice Jaquet y Riggs trabajan juntos en la policía francesa. Riggs es un rottweiler y Fabrice, su adiestrador. Esta raza canina es utilizada por los gendarmes tanto para guarda y defensa como para detección de explosivos. “Es un perro muy completo, potente, ágil”, explica Fabrice Jaquet. “Y tiene un carácter muy fuerte, por lo que necesita estar bajo una autoridad muy fuerte también”, concluye.
Por su parte, Henry Guy, presidente del Grupo de Intervención Catástrofe, una ONG especializada en el rescate de víctimas sepultadas bajo escombros, declara que “no hay perros malos, sino malos dueños”. Con sus seis perros (dos rottweilers, tres pittbulls y un malinois), los 15 socorristas voluntarios de esta asociación salvan vidas cuando se produce un desastre en cualquier parte del mundo: estuvieron en el tsunami de 2005 y en los terremotos de Argelia (2003) o de Turquía (1999), entre muchos otros lugares. “El rottweiler es un perro de tamaño mediano, muy resistente a cualquier condición climática y con un olfato bien desarrollado. Asimila rápidamente lo que se le enseña y, sobre todo, lo retiene mucho tiempo. En definitiva, responde a todos nuestros requerimientos”, precisa Henry Guy. Y señala, él también, que “se trata de un animal que necesita disciplina y una jerarquía establecida”. “Todos los accidentes que hemos leído en la prensa son lamentables”, comenta, “pero tengo la impresión de que la mayoría de las veces los perros no están en buenas manos. Estos casos se dan casi siempre en suburbios o en espacios reducidos, y además hay gente que los utiliza como un arma... Ése es el problema”.
Y según afirma François Rostolland, fundador y presidente desde hace 45 años del Centro Nacional de Formación de Perros Socorristas, y por cuyas manos han pasado todas las razas caninas, “se puede adiestrar para el ataque tanto a un rottweiler como a un chihuahua. La diferencia estará en la magnitud de los daños cuando muerdan a alguien”. Y cree que para poseer un perro tan fuerte debería exigirse un permiso y que los dos, animal y dueño pasaran un examen de carácter y de sociabilidad realizado por adiestradores profesionales.
Hablando de perros, tal vez resulte curioso saber que el pastor alemán encabeza la lista de los perros que más muerden. Y que el tierno labrador es el que más muerde a niños, quizá porque, como apunta Fabrice Jaquet, “como está de moda, casi todas las familias tienen uno”.
Por su parte, Henry Guy, presidente del Grupo de Intervención Catástrofe, una ONG especializada en el rescate de víctimas sepultadas bajo escombros, declara que “no hay perros malos, sino malos dueños”. Con sus seis perros (dos rottweilers, tres pittbulls y un malinois), los 15 socorristas voluntarios de esta asociación salvan vidas cuando se produce un desastre en cualquier parte del mundo: estuvieron en el tsunami de 2005 y en los terremotos de Argelia (2003) o de Turquía (1999), entre muchos otros lugares. “El rottweiler es un perro de tamaño mediano, muy resistente a cualquier condición climática y con un olfato bien desarrollado. Asimila rápidamente lo que se le enseña y, sobre todo, lo retiene mucho tiempo. En definitiva, responde a todos nuestros requerimientos”, precisa Henry Guy. Y señala, él también, que “se trata de un animal que necesita disciplina y una jerarquía establecida”. “Todos los accidentes que hemos leído en la prensa son lamentables”, comenta, “pero tengo la impresión de que la mayoría de las veces los perros no están en buenas manos. Estos casos se dan casi siempre en suburbios o en espacios reducidos, y además hay gente que los utiliza como un arma... Ése es el problema”.
Y según afirma François Rostolland, fundador y presidente desde hace 45 años del Centro Nacional de Formación de Perros Socorristas, y por cuyas manos han pasado todas las razas caninas, “se puede adiestrar para el ataque tanto a un rottweiler como a un chihuahua. La diferencia estará en la magnitud de los daños cuando muerdan a alguien”. Y cree que para poseer un perro tan fuerte debería exigirse un permiso y que los dos, animal y dueño pasaran un examen de carácter y de sociabilidad realizado por adiestradores profesionales.
Hablando de perros, tal vez resulte curioso saber que el pastor alemán encabeza la lista de los perros que más muerden. Y que el tierno labrador es el que más muerde a niños, quizá porque, como apunta Fabrice Jaquet, “como está de moda, casi todas las familias tienen uno”.
4 comentarios:
Eso os muy cierto...algunas personas habeis habre maltratado mucho a los perritos..
Que horrible!!!!!!!!
Me impresione cundo decia 0 comentarios...soy la primera!!!!
Me habeis hecho muy feliz!!!!
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Mas comentarios por favor....
seve que esta pajina lo tiene reatig........................
Que lastima.... a mi me encanta
Besos
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Aca pones cualquier msn y cualquier contraseña y te acepta igual el comentario...
Eso no puede ser!!!!!!!!!!
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