Aviarios del Caribe es el único santuario del mundo que se ocupa de uno de los animales menos estudiados por el hombre: el perezoso, emblemático mamífero de Costa Rica. Este refugio silvestre, cercano a la playa de Cahuita de ese país, recibe perezosos heridos o enfermos, que gracias a los cuidados que les prodigan Judy Avery y Luis Arroyo, los fundadores del centro, se recuperan y vuelven al bosque. A veces se reproducen antes de reintegrarse a su habitat, pero esto no es muy frecuente, ya que el perezoso, tal vez debido a su lento metabolismo y el pobre desarrollo de sus órganos sexuales, se aparea una sola vez durante toda su vida. De hecho, esa única vez puede durar 20 horas, puesto que se queda dormido varias veces durante el coito.
El Santuario de Perezosos ofrece una oportunidad única para conocer de cerca a estos extraños animales de pelo largo, grueso y suave, ojos brillantes y aspecto afable, que todo lo hacen despacio, pues su vida se basa en el ahorro de energía. Viven camuflados entre las ramas de los árboles, a 20 o 30 metros de altura, y se alimentan de brotes y hojas tiernas que alcanzan directamente con la boca y mastican con extrema lentitud. Una vez por semana bajan del árbol para orinar y defecar, con lo que contribuyen de manera efectiva a abonar su “vivienda”. En realidad, es un muy buen ejemplo de colaboración en muchos sentidos: podría decirse que su piel, que alberga varias clases de algas verdosas que ayudan a confundirlo entre el follaje, es un jardín ambulante, pues en ella habitan un centenar de mariposas nocturnas, alrededor de mil escarabajos y miles de garrapatas de diferentes tipos. Mientras la supervivencia de otros animales se basa en la rapidez o la fuerza, el perezoso domina la estrategia del camuflaje y se caracteriza por la convivencia pacífica con otras especies.
El Santuario de Perezosos ofrece una oportunidad única para conocer de cerca a estos extraños animales de pelo largo, grueso y suave, ojos brillantes y aspecto afable, que todo lo hacen despacio, pues su vida se basa en el ahorro de energía. Viven camuflados entre las ramas de los árboles, a 20 o 30 metros de altura, y se alimentan de brotes y hojas tiernas que alcanzan directamente con la boca y mastican con extrema lentitud. Una vez por semana bajan del árbol para orinar y defecar, con lo que contribuyen de manera efectiva a abonar su “vivienda”. En realidad, es un muy buen ejemplo de colaboración en muchos sentidos: podría decirse que su piel, que alberga varias clases de algas verdosas que ayudan a confundirlo entre el follaje, es un jardín ambulante, pues en ella habitan un centenar de mariposas nocturnas, alrededor de mil escarabajos y miles de garrapatas de diferentes tipos. Mientras la supervivencia de otros animales se basa en la rapidez o la fuerza, el perezoso domina la estrategia del camuflaje y se caracteriza por la convivencia pacífica con otras especies.
1 comentario:
Hola! muy buen blog! pronto estarás listando en BetaDir.
Muchas gracias por unirte a la Comunidad y bienvenido!
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