Se busca viva o muerta

A las autoridades municipales de la ciudad china de Xigong les ha salido el tiro por la culata. Ante la natural proliferación de moscas debida al calor del verano, y preocupados por el mantenimiento de la higiene, decidieron “comprarles” a los ciudadanos la mayor cantidad posible de estos insectos y fijaron el precio en un centavo de dólar por cabeza. Los vecinos se entusiasmaron tanto que cazaban incluso en las poblaciones vecinas. Pero la campaña se reveló como un arma de doble filo, pues como las moscas adoran los basurales y la suciedad en general, en lugar de promover hábitos de limpieza se terminó fomentando todo lo contrario: que se criaran más animalitos para así poder vender mayor cantidad de cadáveres y recibir más dinero.