Nada para declarar

Un joven estudiante saudí fue arrestado este sábado pasado en el aeropuerto de El Cairo después de que el contenido de su equipaje revelara movimientos extraños al pasar el control de rayos X. Un principio de pánico cundió entre los demás pasajeros cuando los aduaneros abrieron las maletas y cientos de animales vivos surgieron de ellas: cinco cobras, 40 camaleones y 265 crías de bebés cocodrilo, exactamente, que fueron inmediatamente transportados al zoo de Guizeh, cerca de El Cairo. La ley egipcia de protección del medio ambiente prohíbe la exportación de animales vivos y, según declaraciones de Youssef Mamdouh, responsable de los servicios veterinarios del aeropuerto, “ésta es la mayor operación de contrabando de cocodrilos del Nilo de toda la historia de la navegación aérea”. El funcionario manifestó asimismo su preocupación ante el problema que se le planteará al zoo de Guizé a medida que los 265 cocodrilos crezcan. Por su parte, el estudiante alegó que llevaba los reptiles para los investigadores de su universidad en Arabia Saudita y fue finalmente autorizado a viajar a su país.