Desde hace una década, científicos de todo el mundo observan y analizan lo que algunos llaman en inglés zoopharmacogonosy o, dicho en español, cómo se automedican los animales. Está claro que éstos no van a desarrollar por ahora una industria farmacéutica paralela, pero la investigación indica que nuestros hermanos de reino conocen algo más que los nutrientes convencionales para prevenir y aliviar sus enfermedades.
En Primeros auxilios, el post del miércoles 18 de julio de 2007, se pueden leer algunos ejemplos. Aquí van unos cuantos más:
- Como las ratas no pueden vomitar, cuando empiezan a sentirse mal buscan arcilla y se la comen, pues ésta absorbe las toxinas y las neutraliza. Las vacas también utilizan la arcilla contra los virus causantes de diarreas y malestar intestinal.
- Por su parte, el mono rojo colobus de Zanzíbar (Tanzania) come carbón vegetal para contrarrestar los efectos de las toxinas presentes en algunas de las plantas con que se alimenta.
- Los chimpancés doblan determinadas hojas muy vellosas y se las tragan para que actúen sobre las toxinas como un estropajo. No importa mucho de qué tipo de planta proviene la hoja; la condición es que sea muy áspera. Osos y gansos utilizan también este remedio, mientras que perros y gatos comen hierba y otras plantas para “cepillar” sus intestinos y provocarse el vómito.
- Las ovejas de la isla de Foula (islas Shetlands, Gran Bretaña, Reino Unido) arrancan a mordiscos las patas y las cabezas de los gaviotines árticos para obtener los minerales que no consiguen pastando.
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