Un estudio europeo publicado recientemente en la revista estadounidense Current Biology sostiene que el rol de dominación sexual entre los antílopes topi es inverso a la mayoría de especies de mamíferos, ya que son las hembras las que acosan agresivamente a los machos para acoplarse. “Cuando los biólogos hablan de ‘la guerra de los sexos’, se refieren casi siempre a la batalla permanente entre los machos, siempre listos para el acoplamiento, y las hembras, reticentes porque buscan la pareja ideal”, explica Jakob Bro-Jorgensen, biólogo finlandés que trabaja en la Zoological Society de Londres (Inglaterra).
Según el autor principal de esta investigación, el veleidoso comportamiento de estas antílopes hembra tal vez sea menos raro en el reino animal de lo que se piensa, y esta inversión de los roles sexuales podría explicarse en algunas especies por el hecho de que las hembras aumentan así sus posibilidades de acoplarse con los machos más deseables y quedar preñadas.
Los antílopes topi brindan una ocasión ideal para estudiar la dinámica de los roles sexuales en una especie de mamíferos de costumbres disolutas, señala el biólogo finlandés. En efecto, las hembras topi sólo son sexualmente activas un día durante el ciclo de seis semanas correspondiente al muy corto período de fecundación. Durante esas 24 horas, se acoplan varias veces con un promedio de cuatro parejas. Suelen elegir a los más fuertes, pero también copulan con otros machos de un rango social inferior, lo que genera una intensa competición. Y las más agresivas luchan entre ellas para seducir a los más deseables del grupo; algunas atacan incluso a un macho que está “ocupado” con otra hembra.
Parece que necesitan aprovechar al máximo el poco tiempo disponible.
Según el autor principal de esta investigación, el veleidoso comportamiento de estas antílopes hembra tal vez sea menos raro en el reino animal de lo que se piensa, y esta inversión de los roles sexuales podría explicarse en algunas especies por el hecho de que las hembras aumentan así sus posibilidades de acoplarse con los machos más deseables y quedar preñadas.
Los antílopes topi brindan una ocasión ideal para estudiar la dinámica de los roles sexuales en una especie de mamíferos de costumbres disolutas, señala el biólogo finlandés. En efecto, las hembras topi sólo son sexualmente activas un día durante el ciclo de seis semanas correspondiente al muy corto período de fecundación. Durante esas 24 horas, se acoplan varias veces con un promedio de cuatro parejas. Suelen elegir a los más fuertes, pero también copulan con otros machos de un rango social inferior, lo que genera una intensa competición. Y las más agresivas luchan entre ellas para seducir a los más deseables del grupo; algunas atacan incluso a un macho que está “ocupado” con otra hembra.
Parece que necesitan aprovechar al máximo el poco tiempo disponible.
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