sábado, febrero 16, 2008

Condenado a muerte


Lo único que Gabriela Nowakowska quiere es que Rambo vuelva a casa. Pero las nuevas leyes sobre perros votadas en Ontario (Canadá) hacen que este pit bull de 10 meses ya tenga fecha para morir por inyección letal.
Cuando el perrito escapó del patio de su casa y cayó en manos de los agentes de control animal de la ciudad de Mississagua, su dueña, Gabriela Nowakowska, fue informada de que a causa de una ley recién aprobada por el gobierno de Canadá para limitar la tenencia de pit bulls, se le prohíbe recuperar a Rambo.
A pesar de que la policía de Mississagua le dijo que era casi seguro que perdería el caso si lo presentaba en la justicia y aunque no disponía del dinero necesario para encarar una acción legal, la señora Nowakowska decidió pelear por su mascota. Por suerte, varios grupos de protección de animales la están ayudando a encontrar abogado y buscan apoyo y donaciones para financiar los gastos; también han puesto en marcha una petición para que Rambo sea devuelto a su casa.
“Haberle quitado a su perro es como haberle quitado a su hijo. Creo que es crueldad animal", expone una de las personas encargadas de recolectar firmas de adhesión. "Vais a matar a un inocente cachorro, y ¿para qué? ¿Por qué es un pit bull?”, pregunta.
Por ahora, Rambo seguirá alojado en el centro de control animal de la ciudad hasta que su suerte sea decidida.

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