Un norteamericano que se equivocó de maleta en el aeropuerto de Dallas (Texas, EE.UU.) y se llevó a su casa una que no le pertenecía, tuvo una sorpresa mayúscula cuando al abrirla salió corriendo de ella un gatito que inmediatamente se metió debajo de su cama. “Creo que di un salto de dos metros y grité despavorido”, comentó Ron Carter al Sun Sentinel, un diario de Florida.
Cuando se dio cuenta de que en el collar del gato figuraban los nombres y número de teléfono de sus dueños, Ron Carter los llamó y supo que Gracie Mae se había escondido entre la ropa de la maleta de su propietario sin que nadie se diera cuenta.
Tras un nuevo viaje en avión, esta vez en sentido inverso, el gatito viajero está nuevamente en su hogar, en Palm Beach Gardens, en Florida, con sus “padres”, que lo buscaron frenéticamente sin imaginar ni por un momento que se encontraba a miles de kilómetros de allí.
Cuando se dio cuenta de que en el collar del gato figuraban los nombres y número de teléfono de sus dueños, Ron Carter los llamó y supo que Gracie Mae se había escondido entre la ropa de la maleta de su propietario sin que nadie se diera cuenta.
Tras un nuevo viaje en avión, esta vez en sentido inverso, el gatito viajero está nuevamente en su hogar, en Palm Beach Gardens, en Florida, con sus “padres”, que lo buscaron frenéticamente sin imaginar ni por un momento que se encontraba a miles de kilómetros de allí.
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