jueves, enero 10, 2008

Robot terapéutico


El Instituto Nacional Japonés de Ciencias y Técnicas Industriales Avanzadas (AIST), junto con una clínica y un laboratorio locales, ha desarrollado un robot de compañía inteligente al que han llamado Paro. Se trata de un bebé foca peludito, de movimientos suaves, que gime y responde cuando lo llaman. Puede establecer contacto visual con una persona, y en todo su cuerpo tiene sondas táctiles por las que puede “saber” si lo están acariciando con ternura o tocando agresivamente y reaccionar en consecuencia. Como una persona de verdad, Paro es autónomo; está activo de día y duerme por la noche .
Tiene cinco clases de captadores sensoriales: táctiles, luminosos, auditivos, de temperatura y de postura, con los que percibe a las personas y su entorno.
Puede expresar emociones como sorpresa y alegría a voluntad, guiñando los ojos y moviendo la cabeza y las patas. Su forma de comportarse deja creer que tiene sentimientos, lo que permite establecer una relación real con la persona que se ocupa de él y lo cuida.
Cada Paro tiene una apariencia distinta y una personalidad individual que desarrolla a través del proceso de aprendizaje interactivo que mantiene con su propietario.
Puede servir como animal de compañía, pero las investigaciones realizadas demuestran que, además, Paro tiene efectos beneficiosos sobre ciertos pacientes, y se utiliza en terapias con animales gracias a tres efectos netamente diferenciados: psicológico (relajación, alivio del estrés), fisiológico (mejora de los signos vitales) y sociológico (progreso en las capacidades de comunicación). El robot ha sido probado en sanatorios y hospitales para niños minusválidos en Japón, Suecia, EE.UU., Italia y Francia. Tras algunos meses de utilización, se ha comprobado que la interacción con Paro estimula un excelente desarrollo de capacidades motoras y sensoriales.
Tiene un impacto formidable sobre niños y ancianos, y si se ha optado por darle una apariencia de foca (y no de perro o gato), es por su aspecto tierno y porque, al no haber costumbre de convivir con estos animales y, por lo tanto, desconocer sus reacciones, disminuye el riesgo de decepcionarse con su trato.
Sus creadores han necesitado 13 años de investigaciones para conseguir sus objetivos, y últimamente, y tras una serie de estudios realizados con personas con enfermedades neurodegenerativas, Alzheimer entre otras, han descubierto que la relación entre estos enfermos y Paro mejora significativamente su actividad cerebral y ayuda a prevenir el desarrollo de estas patologías en los mayores que gozan de buena salud, sobre todo, en los individuos que han mostrado una actitud positiva hacia el bebé foca robot, pues éstos han alcanzado resultados netamente superiores.
Todo parece indicar que el trato con este pequeño peluche tecnológico puede mejorar mucho la calidad de vida de los ancianos enfermos y prevenir la aparición de desórdenes cognitivos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola! Vi el robot bebé foca terapéutico anunciado en las noticias de televisión y en este blog, y estoy interesada en saber si este producto esta disponible a la venta. Muchas gracias

àngels miarnau dijo...

La verdad es que no lo sé. Ya hace tiempo que se están probando distintos diseños en varios países, pero no creo que estén a la venta todavía. Más bien deben de utilizarse en centros de salud y similares.
Gracias por tu visita.