Gibson, el perro más grande del mundo, y Boo Boo, el más pequeño, se vieron por primera vez el pasado fin de semana, en Washington D.C, en la celebración del Guinness World Records Day 2007. El tierno Gibson, un gran danés de 107 cm, ya había sido reconocido como el perro más alto del mundo en 2004. Boo Boo, una chihuahua toy que levanta tan sólo 10,16 cm del suelo, fue nombrada a principios de este año la perrita más diminuta del planeta, y toda ella es más pequeña que la cabeza de Gibson.
Cuando nació, BooBoo no era mayor que un dedo pulgar y debió ser alimentada cada dos horas con un cuentagotas antes de poder succionar un biberón. “Tiene la actitud de un perro grande”, cuenta su dueña, Lana Elswick, “me avisaría si alguien se acercara e intentaría defenderme si pudiera”.
Gibson es el perro más alto del mundo utilizado en terapia y regularmente visita los hospitales para niños. Sandy Hall, su propietaria, dice de él: “Pone una sonrisa en la cara de la gente. Las personas olvidan por un momento sus inquietudes y preocupaciones”.
Cuando nació, BooBoo no era mayor que un dedo pulgar y debió ser alimentada cada dos horas con un cuentagotas antes de poder succionar un biberón. “Tiene la actitud de un perro grande”, cuenta su dueña, Lana Elswick, “me avisaría si alguien se acercara e intentaría defenderme si pudiera”.
Gibson es el perro más alto del mundo utilizado en terapia y regularmente visita los hospitales para niños. Sandy Hall, su propietaria, dice de él: “Pone una sonrisa en la cara de la gente. Las personas olvidan por un momento sus inquietudes y preocupaciones”.
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