domingo, junio 10, 2007

El deporte es salud


Desde hace algunos años, la práctica de deportes caninos se ha desarrollado considerablemente y todos los perros, independientemente de su tamaño, morfología o carácter, pueden aspirar a una ejercitación deportiva. Las siguientes son algunas de las actividades más en boga últimamente en algunos países europeos, como Francia, y en los EE.UU.
El agility consiste en que el perro venza, uno tras otro, diversos obstáculos, guiado por la voz de su amo. Esta disciplina exige, pues, una perfecta coordinación hombre-animal. Se cronometra el tiempo y hay que sortear los obstáculos según ciertas reglas, como seguir el orden establecido o respetar las zonas.
Destinado quienes no gustan de correr en solitario, el canicross es el deporte ideal para el perro y su amo y, además, refuerza la complicidad entre ambos. Se trata de correr remolcado por el can, unidos por un arnés y una correa con amortiguador en la cintura, lo que desarrolla la musculatura del animal y refuerza su capacidad cardiovascular.
El attelage es una rigurosa disciplina para ser practicada tanto sobre tierra como sobre nieve (trineo). Exige buena reflexión estratégica por parte del musher (el conductor del tiro), quien debe ser resistente y autoritario para conciliar los distintos caracteres de los perros que conforman la jauría.
Hay dos disciplinas para carreras de galgos o lebreles. La persecución de un señuelo simula una partida de caza en la que los canes persiguen durante 600 m una piel de conejo. La evaluación contempla la fogosidad, agilidad y resistencia del perro, así como su rapidez. Es una prueba de velocidad sobre distancias entre 270 m y 350 m y se corre en canódromo.
Nacido en los países anglosajones, el doggy dancing u obediencia rítmica es un espectáculo musical canino. Verdadera coreografía, este ejercicio de obediencia permite tejer estrechos lazos entre el perro y su dueño. Esta disciplina requiere paciencia y aliento para deshacer el aprendizaje de figuras que permitirán construir después otros números más elaborados.
El frisbee, mezcla de acrobacia y obediencia, resulta ideal para los perros desbordantes de energía y es accesible a todos. Se trata de lanzar el frisbee para que el can lo persiga y traiga de vuelta, lo que puede desembocar en figuras espectaculares, pues en función de los progresos se le pueden pedir saltos más difíciles de realizar.
Sin duda, el flyball es uno de los deportes caninos más formidables. Se basa en el relevo de equipos de un mínimo de cuatro perros. Cada uno sortea una serie de cuatro vallas dispuestas a lo largo de 15 metros, tras los cuales está la flybox, una caja provista de un mecanismo de catapulta que, activado por el animal, libera una pelota que el perro debe llevarle a su dueño tras franquear las vallas en sentido inverso.
¿Hay algo más agradable que combinar actividad al aire libre y utilidad? La conducción de ovejas consiste en manejar el desplazamiento de animales de granja como las ovejas o las ocas. Se puede realizar una pasantía con un agricultor o un instructor para convertirse en pastor experimentado.
En el mondioring hay que recurrir a las capacidades de adaptación del perro confrontándolo a situaciones siempre nuevas durante las pruebas. Muy espectaculares, éstas escenifican universos variables según las regiones y las estaciones: vendimias, Far West o ambiente Halloween, en las que el animal deberá atravesar obstáculos, falsos enramados o ignorar el ruido de un aspirador, por ejemplo.
El ring combina ejercicios de obediencia, salto y defensa. Esta disciplina exige, por tanto, un gran rigor de parte del conductor y requiere ser ejercitada por perros bien equilibrados y muy obedientes. Excesivamente rígido para algunos, el ring permite sin embargo seleccionar líneas de trabajo y formar machos mejoradores. La categoría de perro de defensa es la condición previa para practicar el ring en competición.

2 comentarios:

Girasol dijo...

hacer ejercicio es lo que nos mantiene vivos, siempre estamos en actividad continua...bueno hay dias que me da pereza y solo quiero estar debajo d ela almohada.

àngels miarnau dijo...

Y estar bajo la almohada esos días de pereza insalvable es lo que te permite disfrutar a pleno de los otros días dedicados a fortalecerte, por dentro y por fuera.
Espero recibirte a menudo por aquí, Girasol.