Chita, el chimpancé que aparece en las películas de Tarzán, celebró el pasado lunes sus 75 años de vida.
En su hogar, un santuario de la vida silvestre propiedad del estadounidense Dan Westfall, el mono comió pastel sin azúcar, ya que es diabético, y disfrutó de la fiesta con los demás habitantes de la casa .
Westfall tiene a Chita desde 1992, cuando un tío suyo, entrenador de animales de Hollywood en los años treinta, se lo dio en adopción.
El chimpancé, que apareció en 12 películas con Johnny Weissmuller, el más famoso actor que diera vida a Tarzán, tiene el récord Guinness por ser el ejemplar de su especie más viejo del mundo. Los chimpancés rara vez viven más de 40 años en ambiente salvaje, aunque pueden llegar a los 60 años cuando están en cautividad.
Chita ya no trabaja en el cine, pero cultiva su gran afición: la pintura. Sus cuadros tienen muchos admiradores; de hecho, están a la venta, y los ingresos que se obtienen por ellos se destinan a solventar los gastos de la reserva que lleva su nombre (en inglés, Cheeta) y que administra Dan Westfall. El Creative Habitats and Enrichment for Endangered and Threatened Apes brinda cuidados y hogar a los primates que no tienen dónde vivir y que han caído en el olvido después de haber trabajado en el mundo del espectáculo.
En su hogar, un santuario de la vida silvestre propiedad del estadounidense Dan Westfall, el mono comió pastel sin azúcar, ya que es diabético, y disfrutó de la fiesta con los demás habitantes de la casa .
Westfall tiene a Chita desde 1992, cuando un tío suyo, entrenador de animales de Hollywood en los años treinta, se lo dio en adopción.
El chimpancé, que apareció en 12 películas con Johnny Weissmuller, el más famoso actor que diera vida a Tarzán, tiene el récord Guinness por ser el ejemplar de su especie más viejo del mundo. Los chimpancés rara vez viven más de 40 años en ambiente salvaje, aunque pueden llegar a los 60 años cuando están en cautividad.
Chita ya no trabaja en el cine, pero cultiva su gran afición: la pintura. Sus cuadros tienen muchos admiradores; de hecho, están a la venta, y los ingresos que se obtienen por ellos se destinan a solventar los gastos de la reserva que lleva su nombre (en inglés, Cheeta) y que administra Dan Westfall. El Creative Habitats and Enrichment for Endangered and Threatened Apes brinda cuidados y hogar a los primates que no tienen dónde vivir y que han caído en el olvido después de haber trabajado en el mundo del espectáculo.
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