miércoles, junio 06, 2007

El mito del dragón


Si hay un reptil fascinante por su anatomía, similar a la de un diminuto 'dragón', ése es el basilisco; un legendario animalillo del que se relataban historias fantásticas sobre su villanía durante la Edad Media, ya que se decía que era capaz de matar a un hombre con la mirada.

Bajo el nombre de basilisco se engloban cuatro especies de lagartos que se pueden diferenciar por el color de la piel y la forma de la cresta. Sin duda, cualquiera de ellos será un perfecto inquilino de terrario.
El basilisco era llamado en otros tiempos el rey de las serpientes, y se le consideraba un monstruo horrible, fruto de la incubación de un huevo de gallina por una rana. El abominable resultado de esta peculiar unión fue una serpiente de dimensiones descomunales a la que se le atribuían poderes maléficos. Una historia fabulosa para un pequeño e inofensivo bichito.
El carácter nervioso y acelerado marca la personalidad de nuestro 'dragón' casero. Lo mejor que podemos hacer para facilitarle la entrada a nuestro hogar es tratarlo cuidadosamente para no estresarlo o provocarle problemas. Pronto nos daremos cuenta de que no es una mascota a la que le gusten las caricias, pero sus animadas carreras y escaladas serán objeto de admiración.
La velocidad es la mejor arma de nuestro amigo. Gracias a esta cualidad puede escapar de los depredadores que le acechan en su hábitat natural. Por otra parte, el basilisco se ayuda de su innata rapidez para atrapar los diferentes insectos que le sirven de alimento con mayor facilidad.
Uno de los rasgos curiosos de este pequeño saurio es su capacidad para andar sobre el agua, habilidad resultante de la increíble velocidad que puede alcanzar mientras corre y de unos lóbulos dérmicos que se extienden en sus patas traseras. Esta sorprendente maniobra le ha hecho merecedor del apodo 'Lagarto de Jesucristo'.
Distintos tonos verdes recorren el cuerpo del basilisco y algunas rayas parduzcas adornan su cola. Ligeros tonos amarillos engalanan su abdomen y le otorgan mayor colorido. Una gran cresta doble se extiende desde la cabeza, lo que le dota de un aire señorial. Además de ésta, tiene otra que se prolonga desde el cuello hasta el final de la cola. Garras estilizadas, pero fuertes, completan su aspecto.
Es un reptil que no crece demasiado, ya que cuando llega a la edad adulta no supera los 80 cm, incluida la larga cola que caracteriza a este tipo de lagarto. Éste es otro dato sobre el cual reflexionar, ya que si lo que buscamos es un reptil que no crezca en exceso, esta es nuestra mascota ideal.
El espacio adecuado es clave para que el basilisco se desarrolle en buenas condiciones. Si adquirimos un ejemplar le aportaremos no sólo las atenciones y cuidados necesarios, sino que además prepararemos un terrario amplio en el que no se sienta atrapado, pero sí, a salvo y protegido. Por esta razón, también dispondremos abundantes plantas y ramas, para que pueda trepar y esconderse entre ellas. Lo mejor es que las compremos en una tienda especializada; evitaremos así que la salud del reptil corra posibles riesgos al recogerlas del campo o del parque. El hogar de nuestro basilisco deberá disponer de tres focos de temperatura distintos: 24º para la noche, 28º durante el día y unos 40º para cuando nuestro reptil así lo requiera. De esta manera, nuestro compañero acudirá a la zona que se ajuste a la temperatura idónea con respecto al momento del día en el que se encuentre. Para el suelo del terrario utilizaremos turba o mantillo: una capa de unos 5 cm de espesor será suficiente. Una cubeta pequeña en la que colocar su alimento y otra de mayor tamaño en la que pueda bañarse y beber serán imprescindibles para terminar de construir su casita. No es recomendable que conviva más de un macho en el mismo terrario, ya que son muy territoriales y podrían ocasionarse fuertes enfrentamientos entre ellos.

A la hora de comer, los grillos son su golosina preferida, aunque su alimentación se basa en todo tipo de insectos y de vez en cuando se obsequia con algún polluelo. Lo mejor es comprar su comida en tiendas especializadas y darle suplementos vitamínicos para reptiles indicados por el veterinario. Zanahoria, nabo, manzana y banana completan la dieta ideal. Y un ratoncito por mes lo llenará de felicidad.

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