No sólo las parejas homosexuales humanas adoptan bebés. Carlos y Fernando son dos flamencos rosa machos, en pareja desde hace seis años, que deseaban tanto ser padres que expulsaban de sus nidos a los otros flamencos para quedarse con sus huevos e incubarlos. Pero nunca tuvieron éxito en sus intentos, ya que ningún huevo llegó a abrirse. Ahora arribó el feliz momento, pues el centro británico de protección del medio ambiente Wildford & Wetland Trust les ha proporcionado un huerfanito nacido en incubadora, del que se han hecho cargo inmediatamente y al que alimentan con la leche que fabrican en sus gargantas. Según un portavoz del WWT, la homosexualidad entre los flamencos rosa es muy normal, sobre todo cuando no hay suficientes hembras para todos los machos.
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